El calor, tan esperado durante todo el año, trae consigo también una serie de peligros. El aumento de las temperaturas durante esta estación crea un ambiente propicio para la proliferación de diversas plagas, como insectos, roedores y otros organismos dañinos por las condiciones que se dan de calor, pero también de aumento de humedad por los riegos más frecuentes, las piscinas o incluso los desagües de los aires acondicionados.
¿Por qué 5 razones es necesario poner el foco sobre ello ahora?
- Protección de la salud: Muchas plagas son portadoras de enfermedades que pueden ser perjudiciales para los seres humanos. Por ejemplo, los mosquitos son capaces de transmitir enfermedades como el dengue, la malaria y el virus del Nilo Occidental. Aunque suene lejano, lo cierto es que, dependiendo de la zona, cada año hay alertas por estos. El control de plagas disminuye el riesgo de contagio.
- Protección de la propiedad: Las plagas pueden causar daños significativos a las estructuras de los edificios y a los bienes materiales. “Las termitas pueden debilitar la madera, mientras que los roedores pueden roer cables eléctricos y causar incendios. Realizar un control de plagas antes del verano ayuda a prevenir estos daños y a mantener la integridad de la propiedad. Es uno de los momentos cruciales desde las comunidades de propietarios y desde las viviendas unifamiliares para evitar riesgos” explican desde Desratizaciones Europa, empresa especializada en el control de plagas en Leganés.
- Control de poblaciones: Muchas plagas tienen ciclos de reproducción rápidos y altas tasas de reproducción. Si no se controlan a tiempo, pueden crecer exponencialmente durante el verano dadas las óptimas condiciones.
- Mejora de la calidad de vida: Convivir con plagas puede ser extremadamente incómodo. Insectos como mosquitos, hormigas, cucarachas y avispas pueden arruinar momentos al aire libre. Además, pueden afectar la calidad del sueño y generar estrés y ansiedad.
- Ahorro económico a largo plazo: Realizar un control preventivo antes del verano puede conseguir un ahorro económico a largo plazo. La detección temprana y el control efectivo evitan daños costosos en la propiedad y la necesidad de tratamientos más costosos e intensos en el futuro.
Realizar una inspección cada semestre y tomar medidas específicas durante el verano soluciona muchos más problemas de lo que, a priori, parece.