El lento crecimiento y el efecto del coronavirus en la economía del mundo, según estima la ONU, van a generar un aumento sin precedentes de la desigualdad, esto sucederá debido al adormecimiento en que se encuentran las economías de los países, así como que para relanzarlas será necesario un procedimiento largo y sostenido.
Según estima este organismo, aunque siempre ha existido la desigualdad económica, que genera a su vez desigualdad social, ahora producto del Covid-19 esta se acrecentará generando graves problemas post pandemia.
Causas que abrirán la brecha de desigualdad en el mundo
Los gobiernos tratarán de hacer lo necesario para poder estabilizar sus economías, cada país está aplicando medidas diferentes con el fin de lograr hacer frente al debacle económico que produce el coronavirus.
Estas medidas que se ejecutan de manera unilateral, producirán en los países del mundo consecuencias. Hay naciones que se han visto en la necesidad de recurrir a fondos de pensiones, otros han decidido proteger a las familias más vulnerables mediante la entrega de bonos y los más osados han tomado parte de las reservas internacionales para fortalecer los sistemas de salud y apoyar económicamente a la pequeña y mediana empresa.
Según estima la ONU, estas acciones son efectivas a corto plazo, pero a largo plazo generarán graves consecuencias que separarán aún más a las personas según su nivel económico y social.
Esto se debe a que cada país buscará la manera de salir a delante impulsando el desarrollo económico a nivel macro, haciendo a un lado los programas sociales que generalmente están enfocados hacia las personas más desposeídas.
Así mismo, será vital establecer una política combinada de intervención fiscal y de fortalecimiento de la moneda para darle un empuje a la economía, dicho de otra manera, será necesario aumentar los impuestos, liberar tasas de interés y desmontar gradualmente los subsidios, esto aunque afectará a los ciudadanos de los países indudablemente generará un impacto mayor en la población más desposeída.
Muchas industrias medianas y pequeñas tendrán que cerrar sus puertas, por lo que se generarán despidos masivos que aumentarán enormemente la pobreza en las naciones.
Los analistas estiman que para reflotar la economía, deberá hacerse especial énfasis en las inversiones de infraestructura y recorte del gasto público, lo que según estima la Organización de las Naciones Unidas ampliará la distancia entre ricos y pobres.
Cómo reducir la desigualdad
La ONU prevé que las crecientes desigualdades económicas afectarán directamente al poder adquisitivo de las personas y que si se estaba presentando una marcada diferencia entre ricos y pobres mucho antes de la aparición del Covid-19, ahora si los gobiernos del mundo no se preocupan por las familias más vulnerables, se estima que la pobreza mundial crezca peligrosamente.
En tal sentido, este organismo recomienda que al finalizar los respectivos confinamientos, cada gobierno se valga de instrumentos legales para proteger a los trabajadores, apoyar a la empresa privada de manera tal que estas puedan incrementar los salarios y realizar aportes significativos a los fondos de pensiones.
Por otra parte, deben mantenerse las medidas que evitan los desalojos por efecto de atrasos en pagos de hipotecas por parte de bancos e instituciones financieras hacia las personas de escasos recursos.
La Organización de las Naciones Unidas establece que es esencial que los países desarrollados ayuden de manera inmediata, después de levantada la cuarentena, a los países menos desarrollados, esto con el fin de evitar hambrunas o conmociones sociales.
Este organismo solicitó al Fondo Monetario Internacional diseñar un plan de ayuda mundial a los países más desposeídos con la finalidad de apoyar sus economías no solo desde el punto de vista macro económico, sino también desde el punto de vista micro económico.
Así mismo, es necesario fortalecer todos los sistemas sanitarios del mundo con el fin de evitar situaciones similares a la vivida con el Covid-19 a futuro, garantizando de esta manera acceso a la salud a todos los ciudadanos.
Desigualdad de las naciones ante el coronavirus
El Covid-19 se ha propagado por todo el mundo y no ha hecho distingo de raza, credo o condición social, ha atacado por igual a potencias económicas mundiales o a países en vías de desarrollo.
Desafortunadamente, no todos los países se encuentran en disposición de afrontar de la misma manera la crisis sanitaria, por ejemplo, no todos tienen la misma cantidad de recursos para adquirir material médico quirúrgico con el cual se podría atender a la población contagiada por el coronavirus así como prevenir la propagación del mismo.
Por otra parte, hay países donde la fuerza laboral informal tiene un alto porcentaje y estas naciones están tratando de apoyar económicamente a esas personas, pero con una economía estancada y con una carencia casi absoluta de recursos, es muy difícil mantener esos programas de ayuda.
En tal sentido, es muy probable que se genere una situación de hambre mundial. A diferencia de los países desarrollados, donde los gobiernos tienen capacidad para apoyar a las familias más necesitadas, entregar de manera gratuita equipos para evitar el contagio de la enfermedad y campañas de concientización permanente a la población.
La ONU solo espera una respuesta adecuada que permita eliminar la desigualdad extrema. Así mismo, piensa que esta situación generará un aumento en la pobreza en los próximos 3 años, lo que convertirá a los pobres, en más pobres, produciéndose cinturones de miserias en los países menos privilegiados.
Para finalizar, la ONU expresó que todo lo que se haga durante esta crisis, así como después de ella, deberá estar centrado en la conformación de lineamientos económicos que produzcan no solo mayor utilidad, rendimiento o ingresos, sino en la construcción de sociedades más inclusivas, sostenibles y equitativas y que estas lleguen a ser mucho más resistentes a cualquiera de los otros desafíos a los que se enfrenta el mundo.
Este organismo quiere expresar su apoyo a los gobiernos del mundo, pero cree que es el momento de demostrar que no puede existir ningún tipo de barreras entre las naciones y que el aspecto positivo del Covid-19 es hacernos mejores personas.