España no se encuentra en riesgo de desabastecimiento de alimentos en una situación de cierre de fronteras como medida de urgencia para frenar el avance del Covid-19, dado que los alimentos más consumidos por los españoles no son importados, sino que se producen dentro de nuestro propio país. Esta ventaja estratégica en la producción de alimentos permitirá que nuestro país no tener que enfrentarse a los mismos problemas de abastecimiento que otras naciones desarrolladas, como el Reino Unido, que depende hasta en un 80% de sus importaciones para alimentarse.
Según un estudio publicado por Mercamadrid en 2019, la capital española consume 2.430.000 toneladas de alimentos frescos al año, de los cuales 1.883.000 toneladas son producidas dentro de España (un 77% del total). Las principales comunidades abastecedoras son Andalucía, Comunidad Valenciana y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, los cuales proveen a la capital de algunos de los alimentos frescos más demandados por la población, como son las naranjas (126.837 toneladas), los tomates (105.577 toneladas), las lechugas (32.381 toneladas), los pimientos (28.874 toneladas) o los melones (22.627 toneladas). Los principales países que exportan alimentos frescos a la capital española se encuentran en Europa y en Latinoamérica, con productos como patatas, kiwi, vacuno, plátanos, uvas, aguacates o mangos.
Esta situación de autoabastecimiento de alimentos en España es muy distinta a la que podemos encontrar en otros países cercanos. El Reino Unido, un país actualmente está lidiando con dos crisis que pueden afectar seriamente a sus importaciones, como son la negociación del Brexit y la llegada del Coronavirus a su territorio, importa cerca del 80% de todos sus alimentos, según un reciente estudio llevado a cabo por la multinacional HSBC. Por otro lado, la Unión Europea encabeza el ranking de mayores importadores de comida del mundo, siguiendo una tendencia ascendente en este sentido durante los últimos años.
“Estamos en un momento histórico muy significativo para el sector agroalimentario”, apunta Fernando Galán Paradela, Director de Innovación en la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia “Considero que estratégicamente Europa necesita garantizar la capacidad de suministrar alimentos a una población creciente”. Sin embargo, la realidad parece estar lejos de esta recomendación: “Parece que desde Bruselas han apostado por atacar e imponer medidas restrictivas a la agricultura europea y facilitar la entrada en el mercado a terceros países importadores”, reflexiona Manuel Martínez, Presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, una agrupación que representa a más de 12.000 agricultores. “Es una lástima que tengamos que pasar por situaciones de crisis como esta para darnos cuenta de la importancia estratégica que el sector agrícola tiene dentro de cualquier país, dado que en situaciones de crisis nos permite producir alimentos y que no tengamos que depender de terceros para sobrevivir”.
“Esta es una lección que Holanda aprendió hace mucho tiempo”, continúa Martínez. “Durante el invierno de 1944-1945, se produjo una hambruna por la escasez de alimentos tan grave que dejó más de 20.000 muertos. Los holandeses nunca han olvidado lo que significa pasar hambre en situaciones de crisis, y por ello a día de hoy el país es una verdadera potencia mundial en cultivo de alimentos e innovación agrícola, capaz de plantarle cara a EE.UU. como exportador hortofrutícola a nivel mundial, ocupando tan sólo un 0.4% del territorio de aquel país, y situándose como el estado miembro de la UE líder en exportaciones de alimentos.”
Esta transformación fue posible gracias a la modernización del sector y al desarrollo de innovación agraria, una transición de la que los agricultores españoles han tomado buena nota: a día de hoy, el sector agrícola nacional se considera uno de los más innovadores de España, con más de un 65% de las empresas realizando actividades de I+D+i de forma constante.
“El sector ha realizado un gran esfuerzo para adaptarse a los tiempos, mientras realiza una actividad tan ancestral como indispensable”, afirma Manuel Fuertes, Director de Grupo Kiatt y experto en transferencia tecnológica por la Universidad de Oxford, “y en ese sentido, el Campo de Cartagena es una de las regiones más innovadoras.” Una afirmación con la que coincide Fernando Galán Paradela: “Históricamente hemos visto cómo han evolucionado los sistemas de regadío en los cultivos de frutas y hortalizas en regiones como Murcia a la vez que se seguían utilizando sistemas tradicionales de riego para cereales en otras regiones de España. El desarrollo tecnológico de los sistemas de fertirrigación en la agricultura murciana ha adquirido una competitividad internacional muy significativa”.
“Esto se puede comprobar en la aplicación de tecnologías como el riego por goteo, en la que el Campo de Cartagena es líder mundial sólo por detrás de Israel”, resalta Fuertes, “Esta tecnología, que los agricultores de la región aplican hasta en un 96% de sus cultivos, permite una gestión responsable del agua, gota a gota, generando un mínimo impacto medioambiental, y permitiendo el crecimiento óptimo de cada planta”.