El año 2021 ha estado marcado por vientos de guerra que ponen en riesgo la paz mundial. Irán informó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), su intención de enriquecer uranio al 60%.
Aunque este proceso ya estaba siendo llevado a cabo por parte de Teherán, al parecer ahora pretende enriquecer uranio de isótopo a valores muy por encima del límite fijado por la OIEA.
Todo lo que hay que saber sobre el enriquecimiento de uranio en Irán
Contenido del artículo:
Violación de los compromisos nucleares
Si algo ha caracterizado al gobierno de Teherán es su flagrante violación de las normas establecidas por el ente rector de la energía atómica. Se sabe que con el enriquecimiento de uranio a un 60%, estaría en condiciones de obtener material reactivo con fines bélicos.
Lo que causa aún mayor preocupación en la comunidad internacional, es que la decisión de aumentar el enriquecimiento en el uranio, se tomó después de una reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y Rusia.
Esto hace prever que el gobierno iraní necesitaba el respaldo del Kremlin para enfrentar a la comunidad internacional en caso de ser sometidos a nuevas sanciones por violar los acuerdos de la OIEA.
Aunque Irán no explicó con claridad cuando comenzarían con el procedimiento de enriquecimiento de isótopos, si dejó claro que piensan agregar mil centrifugadoras a la planta de energía nuclear de Natanz, lo que incrementaría su capacidad en un 50%.
Con esta acción se piensa incrementar el nivel de pureza del uranio, lo que acerca aún más a Irán a la bomba atómica. Aunque durante mucho tiempo Teherán ha expresado que el desarrollo de la energía nuclear es con fines pacíficos y su intención nunca ha sido desarrollar armas de destrucción masiva.
El hecho de que piensen incrementar el enriquecimiento de hexafluoruro de uranio, demuestra claramente que las intenciones son otras. Cabe resaltar que con los niveles con los que cuentan actualmente las plantas nucleares de Irán pueden fácilmente obtener energía.
¿Por qué se enriquece el uranio?
En estado natural, el uranio posee una composición de U235 y la mayoría de los reactores para poder trabajar y generar energía requieren de una concentración superior a U235.
Para ello, es necesario someter los isótopos a un proceso físico/químico con el cual se incrementen las concentraciones de uranio fisionable hasta llevarlo a los niveles que requieren dichos reactores.
Como se sabe, cuando este elemento químico tiene una concentración menor al 60%, fácilmente puede generar la energía térmica necesaria para convertirse en electricidad.
Pero, cuando se intenta enriquecer concentraciones superiores, indudablemente ya no se trata de aprovecharlo de manera comercial y, por lo general, es para utilizar con fines bélicos.
Es por ello, que el Organismo Internacional de Energía Atómica es tan cuidadoso con los países que poseen reactores nucleares y permanecen sumamente vigilantes de las concentraciones en las que se encuentra el uranio que utilizan en las plantas.
Irán promete venganza
Irán acusó al gobierno de Israel de ser los responsables del saboteo perpetrado en el pasado mes de abril, el cual produjo un fallo en el complejo de enriquecimiento de uranio de Natanz.
Según Irán, al parecer, la intención fue generar una ruptura en los parámetros de seguridad de la planta, sin importar que se generara un foco de contaminación en la zona que pudiera poner en riesgo la vida de civiles.
Aun cuando dicha planta se encuentra construida a 8 metros bajo tierra, la radiación podría afectar seriamente a todas las poblaciones aledañas. De igual forma, Irán piensa que se pretendió entorpecer el proceso de enriquecimiento de uranio para evitar que este país obtenga una nueva fuente de energía.
Según lo manifestado por el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, “se vengaran de los sionistas” quienes de alguna manera, quieren limitar el desarrollo nuclear de su nación.
De igual manera, el Ministro dijo que el gobierno de Israel debe ser, de alguna manera, juzgado por crímenes de Lesa Humanidad ya que si el saboteo hubiese tenido éxito, las pérdidas de vidas de todo tipo y el daño al medio ambiente hubiesen sido incuantificables.
Para los iraníes lo ocurrido en la planta de Natanz es una práctica común del régimen sionista, que tiene como único fin la destrucción de todos aquellos pueblos que no comparten sus ideas.
Aunque los daños no fueron tan grandes, el gobierno de Teherán expresó que como medida de seguridad, se sustituirán algunas centrifugadoras y, aprovechando dicho cambio, serán reemplazadas por otras más avanzadas.
Se estima que por este saboteo sufrido en la planta nuclear de Natanz, los trabajos de enriquecimiento de uranio se tendrán que paralizar por lo menos durante 9 meses.
Crisis nuclear en puerta
En el año 2015 el gobierno de Irán junto a otras 5 potencias firmaron un acuerdo en el que se comprometían a limitar el programa nuclear. Dichas limitaciones evitarían el enriquecimiento de uranio más allá de lo establecido por la OIEA, aceptando también una supervisión constante por parte de este organismo con el fin de evitar que la energía atómica pueda utilizarse con fines militares.
El problema que se presenta es que Irán, de manera unilateral, decidió reiniciar las operaciones nucleares, retirándose totalmente del acuerdo firmado ya que, según expresan, no recibieron ningún tipo de contraprestación al decidir limitar su programa nuclear.
Dijeron que, por el contrario, siguen siendo parte de una serie de duras sanciones que, según el gobierno de Teherán, afectan severamente su economía, perjudicando directamente a la población civil inocente.
Aunque el presidente Joe Biden ha manifestado públicamente su interés por volver al tratado de limitación nuclear con Irán, no ha dado el primer paso por lo que se hace difícil pensar que sean los persas quienes soliciten a la Casa Blanca la reactivación del tratado.
En tanto, las potencias del mundo consideran que el interés fundamental de Irán es construir una bomba nuclear y algunos hacen comparación con lo ocurrido con Corea del Norte, que inicialmente manifestó su deseo de utilizar el uranio para la obtención de energía, pero terminó convirtiéndose en un peligro inminente para todos los países del mundo.