Los estados de la península de Yucatán y Chiapas figuran entre las regiones con mayor diversidad y riqueza lingüística y cultural de todo México. Miles de personas que hablan maya, tseltal, tsotsil, ch’ol, zoque o tojolabal, por mencionar algunas lenguas, han mantenido vivas las voces de sus pueblos originarios, gracias a la tradición oral. Aunque la modernidad ha impactado su permanencia, prevalece el deseo de fortalecerlas y preservarlas, como parte fundamental de su esencia, historia y visión de futuro.
En este contexto, recientemente se desarrolló la primera etapa de la campaña de fondeo colectivo #LenguasVivas, bajo el auspicio de HIPGive.org, la plataforma de herramientas digitales que posibilita la movilización de recursos para proyectos de impacto social en el continente americano. HIPGive es el brazo digital de Hispanics in Philanthropy (HIP), una Organización de la Sociedad Civil, sin fines de lucro, con más de 32 años de experiencia, con base en México y Estados Unidos.
En esta primera etapa de #LenguasVivas, treinta y cuatro organizaciones y grupos comunitarios de los estados de Chiapas, Yucatán, Campeche, y Quintana Roo lograron concretar un fondo superior a los $2.5 millones de pesos, que permitirá impulsar proyectos que fortalezcan el uso de sus lenguas y culturas originarias. Poco más de la mitad de esos recursos fueron aportados por más de mil donantes que conocieron los proyectos, y la otra parte fue canalizada por HIPGive, a través de la Fundación Kellogg.
De los 34 proyectos participantes 17 tienen impacto directo en comunidades indígenas y rurales de Chiapas, 12 en localidades de Yucatán, 3 en zonas rurales de Quintana Roo, y 2 en el estado de Campeche. Destaca el hecho de que, en su gran mayoría, los proyectos fueron presentados por organizaciones nacidas dentro de las propias comunidades beneficiarias para atender retos específicos de su realidad cotidiana.
Los diferentes proyectos inscritos en #LenguasVivas, contienen acciones para el fortalecimiento de las lenguas originarias, a través de la oralidad, una mayor comunicación y transmisión de saberes mediante actividades de niños y jóvenes con los abuelos de las comunidades; aprendiendo a tocar instrumentos musicales autóctonos; la lectura y escritura de cuentos y tradiciones; el conocimiento de los jeroglíficos mayas; la comprensión de la cosmovisión maya; y la apreciación de la comida tradicional, entre otras.
Cabe destacar que durante el último trimestre de 2023, tendrá lugar una segunda etapa de #LenguasVivas, de tal forma que se incrementarán las oportunidades de recaudación de fondos, tanto para las organizaciones que ya han participado en la campaña, como para otras que decidan integrarse, de acuerdo con las características de la convocatoria.