El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña, con el objetivo de reconocer los derechos de las mismas y los desafíos únicos a los que enfrentan en todo el mundo, así como promover su . Las niñas de hoy son las mujeres del mañana; y las mujeres de hoy, inspiran a las niñas del futuro. Ahora bien, ¿en qué puesto se sitúa España en cuanto a cumplimiento y promoción de sus derechos? Y las empresas, ¿qué papel juegan en el desarrollo de estos?
Al hablar de niñas, derechos de la infancia, y el mundo de la empresa, nos vienen a la cabeza algunas situaciones clave que vivimos a diario: conciliación, aula matinal y actividades extraescolares, estereotipos en las campañas de publicidad y brecha salarial, entre otras. Si hablamos de igualdad de género y empresas, estas últimas tienen una gran labor que hacer en este punto. Maternidad y paternidad, conciliación e igualdad en cuanto a puestos directivos y remuneración económica, son aún grandes retos; sin olvidar de los estereotipos que a veces son fomentados con sus políticas y campañas de marketing y comunicación.
El papel de la empresa aquí, es clave para el fomento de los derechos de la infancia, y en especial de las niñas. En materia de educación de nuestros niños y niñas en España, los datos son positivos: en el curso 2017-2018, la tasa neta de escolarización femenina en educación secundaria postobligatoria) a los 16 años supera a la masculina (91,9% en hombres y 93,0% en mujeres).
A los 17 años la diferencia en las tasas es más alta (88,5% en mujeres y 85,1% en hombres. Una empresa que fomenta e implementa en sus políticas la conciliación, facilita el acceso de los niños y niñas a la educación. En el mundo digital, los datos no son tan positivos: según Plan Internacional, casi el 60% de las niñas y adolescentes de España han sido acosadas en las redes sociales. Aquí tenemos a empresas como Google, Youtube y otras, que implementan en sus productos y funcionamiento, políticas de control parental. La situación laboral de los progenitores afecta también a los niños y niñas, y al cumplimiento de sus derechos.
Si hablamos de la tasa de empleo de hombres y mujeres de entre 16 y 64 años en España, según datos de INE de 2019, la tasa española de empleo femenino está situada en el 58,8% (situándose por debajo de la media del conjunto de países de la UE de los 28 –que se sitúa en el 67,4%–, según datos de Eurostat); y la tasa de empleo masculino en un 69,9%; dando lugar a una brecha laboral de género del 11,1%. Aquí la empresa, en sus políticas de recursos humanos, puede hacer una gran labor en positivo Esto sin duda afecta a la conciliación e incorporación de la mujer al mundo laboral, siendo esta una labor difícil y agravada actualmente por el Covid-19, donde aunar el teletrabajo, la escuela desde casa y la actividad y rutina habitual de una familia se vuelven misión imposible.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ( ODS ) adoptados por los líderes mundiales en 2015, incorporan una hoja de ruta para que el progreso que sea sostenible y no deje a nadie atrás. En concreto, el ODS 5 se enfoca en la igualdad de género, siendo este un gran reto del desarrollo sostenible en todas las sociedades. Las mujeres y las niñas son víctimas de vulneraciones que ponen en grave riesgo su vida, sus oportunidades de crecer libremente y su pleno desarrollo; por lo que es imprescindible trabajar desde la infancia para apostar por la igualdad de género.
De la conjunción de los ODS, el mundo de la empresa y su relación con la infancia, nace el proyecto “PYMES malagueñas comprometidas con los ODS en clave de infancia”.
Este proyecto, liderado por Infancia&Empresa, Proyecto Solidario y con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, promueve la implicación de las PYMES como actor clave en promoción y difusión de los derechos de los niños/as y adolescentes, utilizando como marco de acción y hoja de ruta los ODS. El proyecto se desarrollará en un principio con 10 PYMES de Málaga, realizando una formación sobre ODS en clave de infancia con los trabajadores y proveedores de las mismas, para posteriormente proceder a la certificación de estas como “Empresas 2030 con la Infancia”.
Como señala Juan Antonio Peña, técnico de Proyecto Solidario: “para lograr un impacto claro precisamos empezar no solo por las escuelas, sino también por las Pymes como metodología de abordaje, ya que inciden de manera directa e indirecta en los derechos de infancia y adolescencia. Esa parte del sector productivo del país, tiene gran influencia en nuestras niñas y mujeres, que viven bajo la tenue luz de la sociedad española y que acaban siendo víctimas de malos tratos y de actos discriminatorios a nivel laboral y personal. Basta de hablar de ellas, sin ellas”.
Las empresas son grandes agentes de cambio y difusoras en cuanto a los derechos de la infancia adolescencia. Tienen una alta capacidad de influencia en la sociedad y son actores claves en la demanda de los derechos y deberes de los niños, niñas y adolescentes, frente autoridades, clientes, empleados y otros grupos de interés. Gestionar contando con la infancia es trabajar en la durabilidad de las empresas, propiciando sociedades presentes y futuras más justas.
Según palabras de Rosetta Trujillo, presidenta de Infancia&Empresa: “ Los ODS son para las pymes no solo un reto para alcanzar una gestión más sostenible, sino una oportunidad de negocio que les puede abrir las puertas de nuevos mercados y mejorar su eficiencia y reputación, lo que por ende las llevaría a conseguir mejores resultados económicos”.
Desde aquí animamos a las PYMES y empresas malagueñas a sumarse a este proyecto, de difusión de los ODS en clave de infancia dentro de sus empresas.