La alopecia es la secuela más evidente de quien se enfrenta a la quimioterapia. Hasta ahora, llevar pañuelo o peluca, o lucir calvicie era lo más común, aunque no la única opción. El gorro refrigerante lleva años demostrando su eficacia contra la caída del cabello en Europa y Estados Unidos. Ahora, gracias al acuerdo entre la empresa sevillana Farmager y el distribuidor Bidafarma, es posible adquirir este producto cómodamente a través de Amazon y también en farmacias.
La caída del cabello a causa de la quimioterapia puede evitarse. El tratamiento emplea la acción vasoconstrictora del frío en el cuero cabelludo para evitar la llegada de la quimioterapia al cabello.
Con lo cual, los pacientes mantienen el cabello y pueden desarrollar su vida con mayor normalidad.
Los resultados en Europa y Estados Unidos son claros: el 80 % de las personas con cáncer de mama conserva el cabello tras el uso del gorro frío. En la actualidad, este tratamiento se está utilizando en la Unidad de Día del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla para confirmar los datos procedentes de otros países.
Durante el tiempo que actúa el gorro refrigerante, los vasos sanguíneos del cabello se vuelven más pequeños y, así, se reduce la cantidad de fármacos que llegan a él. La ventaja diferencial de este gorro frío Arctic Heat, frente a otras técnicas similares, es que el propio paciente lo puede adquirir, transportar y utilizar. El tratamiento puede comprarse en farmacias BidaFarma de todo el territorio nacional.
Pese a que la investigación de nuevas técnicas, más cómodas y eficaces, no cesa, el gorro Arctic Heat es uno de los tratamientos más usados por muchos pacientes para mantener su cabello durante la lucha contra el cáncer. Una de las razones de su uso extendido reside en que permite la movilidad del paciente durante el tratamiento; en cambio, otros tratamientos obligan al paciente a permanecer inmóvil.
Este tratamiento está indicado para pacientes con tumores sólidos, como ocurre en los casos de cáncer de mama, de próstata, de pulmón o de colon. No es eficaz para el cáncer de tipo hematológico, porque pueden quedar células malignas en los vasos sanguíneos del cuero cabelludo.
El gorro se activa tras la inmersión en agua fría durante 15 minutos, para extender el gel de su interior por toda la prenda; después, se debe dejar secar en un lugar con buena ventilación y, luego, se envolverá en una toalla para introducirlo en el congelador entre 45 minutos y 3 horas.
Tras este tiempo, ya está listo para usarse. Se puede transportar en una nevera, cubierto de placas de hielo, sin olvidar que antes de colocarlo se debe secar.
En función de la duración de la sesión de quimioterapia, el paciente necesitará un número variable de gorros. El producto se mantiene a la temperatura ideal para refrigerar el cuero cabelludo durante una hora y media. La persona debe usar el gorro refrigerante Arctic Heat antes, durante y después del tratamiento. Lo recomendable para obtener buenos resultados es colocarlo 40 minutos antes de comenzar y mantenerlo 40 minutos después de haber finalizado.
Además, los gorros pueden reutilizarse en cada nueva sesión. Mientras el paciente esté usando el gorro refrigerante sentirá frío, por lo que es conveniente que se abrigue y tome bebidas calientes. El gorro se puede utilizar con total tranquilidad, ya que está fabricado con material de alta calidad y no contiene látex. En cualquier caso, es aconsejable comentar el empleo del gorro refrigerante con el médico. Más información sobre este producto aquí.