Esta es la gran pregunta que nos han hecho muchos de nuestros clientes. Después de ver durante todos estos años en Iberian Press cómo tardaban más de lo debido en lanzarse a la digitalización a través de páginas webs o incluso blogs, hoy las pymes empiezan a pensar en utilizar el poder y repercusión de las redes sociales para también captar ventas.
En el fondo, más allá de la reputación, de la imagen y de todo lo que se puede conseguir con una buena planificación y estrategia de marketing digital, todo empresario quiere ver el esfuerzo convertido en ventas. Y esa labor se consigue si se apuesta también por la digitalización total y por la opción de facilitar compras online al público.
Vamos a ir por partes para no perdernos, porque es importante entender la relevancia real que tiene todo esto en las cuentas de resultados.
Contenido del artículo:
Aunque seas local, tu cliente puede no serlo
No te centres sólo en el cliente que entra por tu puerta. Por muy local que creas que es tu target, con una buena estrategia online llegarás a un público que no tiene por qué estar cerca de tí pero sí estar interesado en tu producto por novedoso, por las ofertas, por el precio o porque le ha gustado tu web. No pienses en lo local, hay que pensar en global. ¿Has pensado que hay clientes que tienes cerca pero que, por horarios, no coinciden con tu apertura?
Facilita al máximo tu catálogo
Al principio puede parecer una labor engorrosa el hacer un inventario de productos, fotos y precios pero a la larga te vendrá incluso bien en tu tienda física para saber qué necesitas pedir o cómo se ha vendido cierto producto. Piensa que la digitalización de ese campo te permitirá también hacer estadísticas de qué productos se convierten en tu top 5 ventas para seguir apostando por ellos.
Piensa en sencillo, clasifica
Cuando vayas a volcar en la red tus productos, piensa en una clasificación casi casi predictiva para no perder a tus clientes en la navegación web y que resulte una experiencia gratificante. Aunque no lo creas, cuantas más visitas consigas atraer y que se queden viendo la web, mejores opciones tendrás para que finalmente se convierta en compra. Incluso aquellos que se encuentran a escasos kilómetros de ti.
Abierto 24 horas
Y casi sin esfuerzo por tu parte. Una tienda online abre a la hora que el cliente haga clic. Es decir, está permanentemente abierta. Eso hace que el horario no sea un hándicap para tu cliente y pueda realizar su compra desde cualquier descanso a cualquier hora. Teniendo un buen sistema de conversión que actualice también el inventario tan sólo tendrás que recepcionar la compra al día siguiente.
Gestiona bien la atención al cliente
Asume que habrá clientes que, como ocurre en tienda, tengan dudas. Si bien puedes crear un apartado de Q&A en tu web, facilita también un mail para poder atender – en el menor tiempo posible – las preguntas y demandas o quejas. De esta forma el trato al cliente no se perderá en el mundo digital.