Costa Rica, a pesar de ser un país conocido como la Suiza de América, por la estabilidad y justicia social que allí existe, se encuentra en la actualidad viviendo una situación inédita. Esto se debe a que desde el pasado 30 de septiembre se iniciaron una serie de protestas que han ido aumentando progresivamente.
Hasta el miércoles 14 de octubre, miles de personas decidieron bloquear carreteras, así como puestos fronterizos con el fin de lograr que sus voces sean escuchadas.
Todo lo que hay que saber sobre las protestas en Costa Rica
Contenido del artículo:
¿Qué ha motivado las protestas?
El hecho que motivó la salida de miles de personas a las calles, se debe a la intención que tiene el gobierno costarricense de solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional.
Esto tiene como finalidad lograr estabilizar las finanzas del país que, como todas las del mundo, presenta una aguda crisis debido a los efectos la pandemia del Covid-19.
La intención de solicitar 1.750 millones de dólares al ente crediticio internacional es, según los economistas de ese país, tan solo la punta del iceberg de la situación financiera que vive la nación.
Estimaciones gubernamentales prevén que el déficit fiscal de Costa Rica para el año fiscal 2020 será del 10% del PIB. Esto generará la peor crisis financiera de los últimos 50 años. Por otra parte, debido a la caída del turismo, una de las principales fuentes de ingresos de esta nación, el desempleo llegó a alcanzar el 25%.
Rechazo a las exigencias del FMI
El Fondo Monetario Internacional, como organismo multilateral crediticio, solicita algunas acciones que deben llevar a cabo los países que están interesados en recibir algún tipo de préstamo.
En el caso de Costa Rica, este organismo exige la privatización de algunos activos pertenecientes al estado, el aumento de varios impuestos y, lo que causó mayor indignación, la congelación inmediata de los sueldos de los funcionarios públicos.
Se prevé que estas sean tan solo las exigencias iniciales del FMI, ya que como se conoce, cualquier tipo de acción que pueda asumirse como gasto o inversión social, es contraria a las políticas de este organismo. En este caso, Costa Rica deberá de alguna manera poner un alto en este tipo de políticas sociales.
Violencia en las protestas
Como algo antes nunca visto, la violencia se ha hecho presente en las protestas de los últimos días en las calles de Costa Rica.
Ha llegado a tal punto la escalada de vandalismo y violencia en las manifestaciones, que el líder del partido político Movimiento Rescate Nacional, José Miguel Corrales, solicitó a la ciudadanía no participar en hechos violentos.
Esto se debe a que se han detectado algunos grupos delictivos que, aprovechado las protestas, se infiltran en estas para cometer robos y saqueos.
De igual manera, el líder político dijo que las fuerzas del orden público habrían actuado de acuerdo a la ley, ya que han estado luchando durante los últimos 15 días por acabar con la zozobra y el temor que se ha generado en los habitantes del país.
Ante estas declaraciones, el exdiputado Célimo Guido, perteneciente al mismo partido, manifestó que las fuerzas de seguridad del estado actúan con extrema violencia y han llegado a herir gravemente a algunos ciudadanos que tan solo desean expresar su descontento ante lo que consideran ser una arbitrariedad por parte del gobierno.
Un hecho que llama poderosamente la atención es que muchas personas afirman que la violencia es generada por parte de policías que participan en las protestas vestidos de civil. Se cree que estos son los que fomentan el vandalismo para posteriormente reprimir violentamente a los ciudadanos protestantes.
Como excusa el Ministro de Seguridad de Costa Rica, Michael Soto, confirmó que en las protestas hay algunos policías vestidos de civil, pero que están dedicados a identificar a miembros de un cártel de narcotráfico que hace presencia en las manifestaciones.
Propuesta en estudio
Aunque el pasado 4 de octubre el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, informó que desecharía la propuesta inicial del Fondo Monetario Internacional, muchos consideran que esta situación en solo momentánea.
Esto se debe a que sus declaraciones solo persiguen calmar el ánimo de los manifestantes de forma tal que puedan apagarse los focos de violencia que actualmente existen en las calles del país.
Según expreso el primer mandatario, la intención de su gobierno nunca fue que una medida de carácter económico fuese a generar tal controversia. Además, dijo que lo que está sucediendo son actos totalmente contrarios a la tradición democrática de la nación.
De igual manera recordó que Costa Rica, de forma histórica, se ha preocupado siempre por el bienestar de la población. Es por ello, que las inversiones sociales son insustituibles. Es decir, el acceso a la salud, educación y pensiones, seguirán siendo parte no solo de su gobierno, sino de todos los gobiernos democráticos que están por venir.
Así mismo, el primer mandatario comentó que será necesario revisar algunas alternativas o propuestas hechas por otros organismos financieros mundiales, con el fin de decidir, cuál es la mejor opción para solicitar un crédito que permita hacer frente a la maltrecha situación económica ocasionada por la pandemia.
Las protestas continúan
A pesar de que el gobierno dio marcha atrás a la solicitud que hiciera al FMI, los manifestantes han seguido en las calles. Estos exigen castigo para los responsables de la gran cantidad de heridos que en los últimos días fueron víctimas de los cuerpos policiales que fueron extremadamente violentos en la represión.
Las protestas se mantienen ya que la gran mayoría de la población es consciente de que para hacer frente a la contracción económica y al descalabro de las finanzas públicas, será necesario contar con dinero del Fondo Monetario Internacional. Esto llevará al presidente Carlos Alvarado a terminar por aceptar las imposiciones de este organismo multilateral.
Aunque el Banco Mundial es una alternativa para que Costa Rica logre obtener recursos, muchos consideran que las exigencias son aún mayores que las del FMI, por lo que podría ser peor.
Costa Rica está acostumbrada a mantenerse incólume ante la violencia y la corrupción. Sin embargo, parece ser que esta situación está a punto de cambiar, ya que las protestas no disminuyen y cada día la tensión aumenta generando mayores enfrentamientos entre policías y manifestantes.