Comer es un gran placer y, por desgracia, a nuestro organismo le encanta todo aquello que aporta una gran cantidad de calorías y que todo el mundo sabe que no es saludable ingerir, la bollería industrial y la comida rápida son buenos ejemplos de ello.
Muy pocos privilegiados gozan de una genética envidiable que les permite comer todo lo que deseen sin engordar ni un gramo. “Lo común es que las personas se mantengan en forma siguiendo una dieta equilibrada rica en frutas y verduras y practicando deporte de forma habitual, y con todo, no siempre se obtienen los resultados esperados, por lo que en muchos casos es necesario recurrir a los productos dietéticos y a los complementos alimenticios” comentan desde Vanguard Nutrition.
Pero, ¿qué son los complementos alimenticios? ¿para quién están indicados?
La Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición (Aecosan) define a los complementos alimenticios como productos alimenticios cuyo fin es complementar la dieta normal y que constituyen una fuente concentrada de nutrientes u otras sustancias que tienen un efecto nutricional o fisiológico.
Desde Vanguard Nutricion indican que “es importante mencionar que los complementos alimenticios no pretenden reemplazar a una dieta saludable, sino ayudar a los distintos individuos para los que están indicados a consumir la cantidad adecuada de calorías”.
Los complementos alimenticios se presentan en infinidad de formatos, desde cápsulas y comprimidos, hasta ampollas o polvos para disolver, y el número de tomas dependerá en gran medida del tipo de formato en el que se presente, pudiendo variar entre una sola toma al día, hasta dos o tres al día.
Los complementos alimenticios están especialmente indicados para una gran variedad de personas activas, entre las que cabe destacar las siguientes:
- Personas que desean perder peso siguiendo una dieta equilibrada y realizando ejercicio físico.
- Niños y adolescentes que no siguen una alimentación saludable.
- Deportistas de alto nivel.
- Mujeres embarazadas.
- Adultos maduros.
Los complementos alimenticios suelen aportar un gran número de vitaminas y minerales, no son medicamentos, pero el control médico nunca está de más.