Gracias a todos los avances del mundo de la oftalmología, hoy en día quien no tenga buena visión no sufre mientras hace deporte.
Por poner un ejemplo, ¿cómo se sentiría un miope magno cuando tiene que nadar en una prueba en mar abierto? ¿qué sentiría un astigmático que necesita enfocar para ver las señales de una prueba en carretera cuando las gafas se le empañan por el calor corporal?
Esto son solo dos ejemplos de la dificultad que ha tenido, hasta hace bien poco, practicar según qué deportes con algún problema visual.
Por suerte, hoy en día hay en el mercado una serie de opciones para este tipo de perfil basadas, sobre todo, en el uso de lentes de contacto.
Hablar de lentillas hoy en día nada tiene que ver con el tipo de modelos que se comercializaban hace un par de décadas. Por suerte, los materiales, acabados y duración han avanzado considerablemente.
Hoy en día se puede elegir el uso de lentes de contacto para momentos puntuales apostando por las de uso diario, desechadas al final del día, o bien por cambiar cada semana, mes, trimestre o año. Eso ya dependerá de cada persona.
En el caso de los deportistas, es habitual que su opción pase por las lentillas diarias. ¿Por qué? Por los beneficios y comodidad que ofrecen.
Cuáles son las razones por las que los deportistas eligen las lentillas diarias
En primer lugar, son capaces de ofrecer un campo de visión mucho mejor que las gafas. En pruebas deportivas, además, con el calor corporal, las gafas tienden a empañarse, complicando aún más la vida de quienes las portan. Al estar pegadas al ojo, todo el globo ocular tiene corregida su visión, ganando agudeza visual de forma inmediata.
En segundo lugar, la visión siempre está limpia ya que las lentillas es complicado que se ensucien en su uso, por el contrario de lo que sucede con las gafas.
Finalmente, son el complemento perfecto para adaptarse al uso de gafas de sol en pruebas como carreras o bici y a gafas de buceo en el caso de los deportes de agua.
Pero, añadiendo un último beneficio, además, tienen la comodidad de ser desechadas al acabar la jornada y poder usar un juego nuevo cada día.
Cuáles son los materiales aconsejados para este tipo de lente de contacto
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el uso de lentillas debería ser controlado. Es decir, largas jornadas de más de 8 horas con ellas puestas no se recomiendan porque el ojo, y en concreto la córnea, necesitan descansar y oxigenarse.
Lo ideal es que, si hay que usarlas durante unas horas largas, se descanse después otras horas antes de volver a ponérselas.
En el caso de los deportistas, es clave que el tiempo de la prueba sean cómodas, de ahí que haya que mirar también cuál es el mejor material para ellas. Pero siempre pensando en quitarlas después de la carrera.
Las lentillas de hidrogel de silicona suelen tener muy buena fama gracias a ser blandas y flexibles, lo que permite la oxigenación del ojo y favorecen la lubricación, evitando la sensación de ojo seco.
También las hay, para quienes tienen algún problema de alergia con la silicona, de hidrogel, que permiten la comodidad gracias a que se adaptan perfectamente a la anatomía del ojo.
Quienes prefieren las lentillas rígidas o semirrígidas tienen hoy en día también una gama más cómoda que las que se hacían hace décadas gracias al PRG (rígidas permeables al gas) que, al llevar una pequeña parte de silicona, se adaptan mejor al ojo y permiten que duren mucho más tiempo. Lo cierto es que, al contrario que las flexibles, estas necesitarán un periodo de adaptación pero, si no cambia la graduación, están pensadas para durar años.