El incremento de noticias en la red es cada vez mayor. El gran problema de eso es que, con ese incremento y esa apuesta por la comunicación, está la otra cara de la moneda, el incremento también de fake news.
Solo en los últimos tiempos, su crecimiento se cifra por encima del 350%, lo que está poniendo en jaque la reputación online de muchas personas y marcas de forma continuada.
“Lo preocupante en estos casos, más allá de cualquier otra cosa, está en la percepción de quien lo lee que, en más de un 50% de las situaciones reconoce no saber a ciencia cierta si está o no está delante de una fake news” explican desde el sector.
¿Cómo se detecta una fake news?
Lo primero que habría que abordar es la necesidad real de que las redes sociales pasaran de ser mediadoras a actores activos principales en la lucha contra la información no veraz.
Aunque es cierto que llevan tiempo apostando por ello, aún queda camino por recorrer y la responsabilidad, desde los medios, agencias y redes sociales está trabajándose, también es cierto que hay que ser lectores capaces de detectar información que sería sospechosa de no ser cierta.
¿Cómo detectar una noticia que no sea verdad?
Contenido del artículo:
Lugar de publicación
Hay una serie de sites que están continuamente publicando información no contrastada. Para dar por buena una información es necesario que esté publicada en sitios de reputación contrastada, es decir, que sus filtros de verificación sean suficientes para garantizar que cada cosa que publican viene de fuentes fiables o han visto las pruebas de las mismas.
Fuentes
Es necesario saber de dónde sale la comunicación. Por norma general, cuando viene de los grandes medios y agencias, está avalada por la organización que hay detrás, por ruedas de prensa a la que han acudido periodistas o, precisamente, a la labor periodística. En caso de las notas de prensa, son las empresas las que avalan lo que aparece en ellas, por lo que es necesario dar crédito.
“En nuestro caso concreto, cuando se trata por ejemplo de información de juzgados, pedimos siempre la sentencia o la demanda para verificarlo. Es solo un ejemplo, pero siempre tratamos de que todo lo que publicamos y distribuimos sea veraz a través de nuestros filtros de control y verificación” explican desde la redacción de Iberian Press.
Hechos
Una de las preguntas que cualquier lector crítico debe hacerse es si la información que está leyendo es parcial o toma partido. De ser así, deben empezar a saltar alertas salvo que sean columnas de opinión. En caso de dudas, hay que ver a quién beneficiaría esa información y qué pretende. Hay sites que, disfrazadas de lugares de medios, se dedican a difundir mensajes que acaban siendo peligrosos. Sobre todo en tiempos inciertos como este.
Autoría
A veces, este tipo de información va firmada por un nombre. ¿Existe ese profesional? Si no es así, ya está claro que es fake. Quién escriba y de dónde ha conseguido la información es clave para dar por buena una información.
Viralidad
Este es uno de los grandes males que se fomentan en las redes, el hacer virales contenidos de dudosa procedencia. Este es el campo de los gestores de redes sociales y de las denuncias que tienen que hacer para que se actúe desde dentro.
La desinformación es, en definitiva un grave problema para la comunicación en un contexto en el que la velocidad de publicación y redes es única. De ahí que haya que prestar atención y colaborar exigiendo a medios, agencias y sites su parte de responsabilidad, pero sin dejar de asumir la propia.