Según un estudio realizado recientemente, se tipificó a China como uno de los mayores prestamistas del mundo, ya que ha otorgado importantes capitales a diferentes naciones. Esto con el fin de que puedan emprender proyectos de desarrollo entre los que se incluyen el aumento de infraestructuras, la mejora en la obtención de energía y la explotación petrolera.
Al parecer, las exigencias de los inversionistas chinos son mucho menores que la de los organismos multilaterales tradicionales. Sin duda, esto permite a los países obtener de una manera mucho más rápida dinero fresco con el fin de hacer frente a sus compromisos políticos, sociales o económicos.
China, siempre un paso económico por delante
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Créditos ocultos
Se calcula que la mitad de los fondos que los inversionistas chinos autorizan por concepto de préstamos a los países en vías de desarrollo, pertenecen a los llamados créditos ocultos.
Se llaman así, debido a que esta negociación no se comunica a ninguno de los organismos internacionales que rigen el área de préstamos. Así mismo, tienen una serie de condiciones especiales que no se hacen públicas.
Según se estimó recientemente, en los últimos 10 años solo por concepto de créditos ocultos, China debe haber otorgado más de 200.000 millones de dólares y con esto ha forjado que 50 países del mundo hayan adquirido grandes deudas con esta nación. Incluso se cree que algunas naciones han llegado a comprometer hasta el 15% del PIB para hacer frente a los pagos de estos créditos ocultos.
La gran mayoría de estos préstamos son otorgados por el China Development Bank y Exim Bank Of China que aunque pareciera son institutos financieros independientes, en realidad son controlados directamente por el gobierno de Xi Jinping.
Algunos analistas financieros creen que la entrega de dinero a las naciones en vías de desarrollo son mecanismos indirectos a través de los cuales el país exporta capital crediticio.
Estos créditos ocultos son prácticamente imposible de rastrear y esto se debe a que las negociaciones se realizan directamente de gobierno a gobierno. En tal sentido es muy común que se utilicen fachadas como la de los bancos mencionados anteriormente como ente emisor y algunas empresas cuyo dueño es el estado como ente receptor.
Consecuencias de los créditos ocultos
Es fundamental para las naciones del mundo aportar datos a los organismos internacionales para que estos puedan hacer análisis de riesgo sobre la estabilidad financiera.
Todo esto con el fin de que las economías del mundo se manejen de manera más transparente y los inversores puedan colocar sus capitales, conociendo realmente el grado de riesgo que se presenta al invertir en un determinado país.
Los créditos ocultos impiden conocer el nivel de deuda de un país así como con el ente con el que se tienen obligaciones de pago. Dicho de otro modo, una nación puede tener una gran deuda y ocultarla al resto del mundo maquillando cifras y haciendo creer que su situación financiera es mucho más saludable de lo que en realidad es.
Beneficios de China al convertirse en el mayor prestamista del mundo
El año pasado bancos multilaterales presentaron una seria paralización en la expansión de sus carteras. Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo otorgó créditos específicos por 700.000 millones de dólares entre el 2007 y el 2018.
Por su parte el Banco de Desarrollo de China otorgó créditos por 684 millones de dólares. Sin embargo, se cree que el Banco de Exportación e Importación de ese país otorgó una cifra muy superior que no ha hecho público aunque analistas creen que se acerca al 25% de lo otorgado por el BID. Es decir, que tal solo ese banco entregó por concepto de préstamos más de 150.000 millones de dólares.
El gran beneficio que obtiene China de todo esto, es que como los prestatarios enfrentan serias dificultades para acceder al financiamiento en organismos multilaterales convencionales, tienen que aceptar las condiciones del gobierno de Xi Jinping y por lo general terminan los chinos controlando empresas de explotación de energía tales como, empresas petroleras, mineras e incluso centrales termoeléctricas.
Por ejemplo, se sabe que Venezuela, debido a las sanciones estadounidense, no puede solicitar créditos blandos a organismos convencionales y es por ello que recurrió a los bancos chinos.
Estas entidades mediante créditos de usura, han logrado según estimaciones que ese país les adeude 65.000 millones de dólares y en contra prestación el gobierno chino tiene el control de fajas petroleras, minas de oro y diamante.
Es decir, la estrategia de China es muy sencilla, otorga dinero con altos intereses y como sabe que a los países les será difícil mantener el ritmo de pago, les ofrece una renegociación de la deuda y es allí donde asume el control de empresas de energía.
Posicionamiento de China en el sistema financiero global
El gobierno de Xi Jinping sabe que con su poderío militar, ningún país del mundo se atreverá a incumplir pagos por lo que pueden darse el lujo de aportar mediante fondos de desarrollo regional, grandes cantidades de dinero fresco a distintas naciones que lo requieran, para el emprendimiento de proyectos de desarrollo.
China aporta dinero mediante créditos a cualquier tipo de economía sin importar el pensamiento político que sus gobernantes tengan. Tanto es así, que podría decirse que en todos los continentes del mundo, existen por lo menos 2 países que le deben dinero al gigante asiático.
Para nadie es un secreto que la gran mayoría de los países deudores, se encuentran actualmente afrontando serios problemas económicos. Es por ello que China ha llegado incluso a manejar las empresas más importantes de estos países en desarrollo, como ha sido el caso de Ecuador y Venezuela.
Ha sido tan bien pensada la estrategia por parte de China, que cuando los países no tienen capacidad para saldar su deuda, el gigante asiático se cobra con materias primas tales como el carbón y el petróleo.
Lo más importante para ellos, es que no importa la fluctuación de precios del mercado ya que en muchas ocasiones colocan dentro de las cláusulas, que en caso de incumplir el pago de intereses o capital, debe entregárseles una cantidad específica de petróleo, carbón, o cualquier otro elemento que estos consideren ventajoso y beneficioso para China.