Más de 3000 horas de sol anuales. Lo que es lo mismo, 125 días ininterrumpidos de sol. Esa es la cifra que atesora el archipiélago canario y motivo por el que es uno de los destinos de playa más solicitados de Europa.
Sin embargo, más allá de pensar solamente en las vacaciones, es un recurso natural que puede tener mucho más recorrido si se plantea como un recurso energético infinito.
A principios de 2023, Canarias alcanzó la cifra de hasta 9.500 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico registradas, lo que se traduce por una potencia total de 86 megavatios que podría ir incrementándose, si se sigue el ritmo actual, hasta conseguir el 30% de la producción de todo el archipiélago de forma sostenible.
Tal como explicaron desde el Gobierno Canario, la segunda isla con más instalaciones, por detrás de Lanzarote, es Gran Canaria, que partía en 2019 de 230 instalaciones (5,03 MW) y en 2023 ya ha alcanzado el hito de las 3.277 instalaciones (36,18 MW).
“Las características especiales de este archipiélago son únicas para poder beneficiarse de las posibilidades y alternativas limpias de generar energía. Instalando placas solares no solo se rebaja la factura sino que se produce una energía que beneficia a todos al no dejar apenas huella” comentan desde Fontlux, instaladores de placas solares en Gran Canaria.
De hecho, inciden en los tres motivos principales que justificarían estas instalaciones en esta isla.
- Abundancia de luz solar durante todo el año. La alta radiación solar y el gran número de horas de sol al día hacen que sea un lugar ideal para la generación de energía solar, pudiendo producir una cantidad significativa de electricidad de manera constante, lo que ayudaría a reducir significativamente la factura de energía.
- Reducción del coste de energía a largo plazo. La inversión inicial en la instalación de placas solares se puede amortizar en menos tiempo a través del ahorro en la factura de electricidad, especialmente si el sistema solar está conectado a la red eléctrica y se procede a la venta de excedentes de energía.
- El uso de energía solar en cualquiera de las islas del archipiélago canario reduce la dependencia de fuentes de energía no renovables, como el petróleo y el gas natural. Esto no sólo ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también contribuye a la conservación del medio ambiente, preservando la biodiversidad de la región.