Un estudio colaborativo entre Fiocruz Bahía y la prestigiosa Universidad de Harvard ha arrojado luz sobre una tendencia alarmante en Brasil: un aumento significativo en la tasa de suicidios entre los jóvenes. Durante una década, la proporción de suicidios entre los jóvenes adultos brasileños ha aumentado en un 6% anual, según reveló el estudio.
Este aumento preocupa no solo por su impacto directo, sino también por la disparidad observada en comparación con las tendencias globales. Mientras que el mundo ha experimentado una disminución del 36% en las tasas de suicidio entre 2000 y 2019, Brasil registró un aumento del 43%. América en general ha seguido esta preocupante tendencia, con un aumento del 17% durante el mismo período.
Los resultados también resaltaron una preocupación adicional sobre los informes de autolesiones entre los jóvenes. En comparación con el promedio nacional del 21%, los informes de autolesiones aumentaron a una tasa alarmante del 20% anualmente.
Además, los investigadores analizaron la distribución de estos informes por raza y etnia, revelando una realidad preocupante entre los pueblos aborígenes. Según Flavia Alves, investigadora de Fiocruz, los estudios muestran que los aborígenes registran más de 100 casos de suicidio por cada 100,000 personas anualmente. Esta alta tasa de notificación contrasta con las tasas de matriculación más bajas entre los aborígenes, lo que sugiere una posible barrera en el acceso al sistema de salud para esta comunidad.
El estudio, basado en el análisis de casi un millón de conjuntos de datos de mortalidad catalogados por el Sistema de Información Hospitalaria y de Enfermedades Notificables del Departamento de Salud, resalta la urgencia de políticas e intervenciones destinadas a abordar este problema creciente y complejo.
Libia López Periodista en Brasil