Las tuberías son unos de los conductos más importantes en las ciudades. Desde que comenzaron históricamente las canalizaciones para higienizar las calles han sido claves para garantizar la salud de los vecinos.
Pero uno de los grandes problemas a los que se enfrentan es a los atascos.
“Este tipo de problemas es mucho más común de lo que parece. Los distintos sistemas que vuelcan los residuos pueden provocar grandes atascos. Es por ello que un calendario de mantenimientos y demás acciones es necesario” explican desde Desatascos Nago, a cargo de gran parte de las incidencias de desatascos en Irún.
¿Cuáles son los mayores peligros para las tuberías?
Hace escasos años, Valencia tuvo un grave problema con los deshechos de toallitas húmedas. Hasta el punto de que atascaron la red de alcantarillado. La acumulación de residuos sólidos, como papel higiénico, toallitas húmedas, grasa y otros objetos no solubles en agua, puede obstruir las tuberías y causar atascos de gran envergadura.
A nivel público, las raíces de los árboles se ha comprobado que también pueden acabar poniendo en jaque las tuberías cuando están buscando agua. Este tipo de incidencia municipal, aunque cada vez es menos habitual, también ha supuesto un reto en la ingeniería.
Si no se realizan mantenimientos y limpias de tuberías con productos a tal efecto, pueden acabar acumulándose sedimentos que reduzcan su flujo y acaben provocando atascos por no poder gestionar los volúmenes de circulación que necesitan para evacuar los residuos.
“Tampoco hay que descartar que haya obstrucciones por objetos extraños. Aunque esto es más habitual a nivel fontanería casera, es otro de las causas que hay que valorar. Por suerte, hoy en día con las cámaras y ciertas tecnologías rápidamente se puede solventar” explican.
El paso del tiempo también supone todo un reto para los materiales. El deterioro de las tuberías de una urbanización, bloque o calle puede ser motivo para un mal funcionamiento de los sistemas. De ahí que sea clave hacer auditorías cada cierto tiempo para garantizar que no se hayan corrompido y evitar que la rotura o atasco sea más grave.
“Para prevenir estos problemas, es importante realizar un mantenimiento regular de los sistemas de tuberías, evitar arrojar materiales no apropiados por los desagües y realizar reparaciones cuando sea necesario” concluyen.