Por segunda vez en menos de un mes, una base militar utilizada por la coalición internacional fue atacada, ocasionando la muerte de un civil. El pasado 1 de marzo, se calcula que fueron lanzados aproximadamente 10 cohetes.
Lo preocupante, es que esta situación coincide con el inicio del viaje del Papa Francisco a tierras iraquíes, que dio inicio el pasado 5 de marzo.
Todo lo que hay que saber sobre los ataques en Irak
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Grupo Yihadista Estado Islámico (EI)
Es un grupo extremista islámico que mantiene una guerra frontal contra la coalición internacional y, más aún, contra los Estados Unidos por considerarlos los responsables de invadir el territorio sagrado de Irak.
El EI perdió su califato en el año 2017 pero, aún así, mantiene intacta su capacidad de lucha y, desde la clandestinidad, ha planificado ataques suicidas causando gran cantidad de muertes a civiles.
Según organismos de inteligencia de los Estados Unidos, al morir Abu Yaser Al Isaui, la jefatura del grupo terrorista fue asumida por un califa adjunto aún no identificado, pero se sabe que se han reagrupado en pequeñas células, conformadas por aproximadamente 10.000 combatientes fuertemente armados.
La misión fundamental de este grupo, es causar la mayor cantidad de bajas en las fuerzas militares estadounidenses y del resto de la coalición internacional.
A pesar del repliegue ordenado en el 2018 por el expresidente Donald Trump, en la base Ain Al Assad, todavía quedan aproximadamente 2.500 soldados estadounidenses.
Esto convierte a la base, en uno de los puntos principales con presencia Norteamericana en territorio iraquí e, indudablemente, se transforma en un objetivo para el grupo extremista.
Para muchos, el reciente ataque marca el resurgir del Estado Islámico y aumenta el clima de inestabilidad ya existente en el país. Es por ello que se estima que puedan perpetrarse más ataques, e incluso atentados suicidas en la cercanía de la base aérea ya que, como se sabe, el principal objetivo de las fuerzas de coalición es combatir a los grupos terroristas.
Base aérea Ain Al Assad
Fue una de las primeras bases aéreas construidas por el régimen de Saddam Hussein, a principios de los años 80. Posteriormente, en el año 2003, las tropas norteamericanas toman el control absoluto de esta base, adecuándola para recibir a los contingentes militares que llegaban de diversos países del mundo.
Esta instalación militar, se encuentra a unos 200 kilómetros de la ciudad de Bagdad y, tan solo en ella, hay 1.500 soldados de los Estados Unidos. Así mismo, cuenta con una unidad de helicópteros españoles conocida como Task Force Toro, que aglutina aproximadamente a 70 militares de esa nación.
El ataque balístico del primero de marzo, se estima que pudo haber sido un estudio para establecer dónde están las posiciones dentro de la base de las milicias que apoyan a las fuerzas de coalición.
Aunque se piensa que la persona fallecida pertenecía a una empresa contratista, ya que en la instalación militar hacen vida muchas empresas de estas, así como un grupo importante de civiles que realizan labores domésticas para los soldados.
Esta situación ha obligado a los mandos a replantear la posible salida de los civiles de la base militar ya que, se estima, que podrían recibir nuevos ataques e incluso bombardeos por parte de unidades aéreas de los rebeldes. Como se sabe, el EI utiliza cohetes Arash, así como helicópteros proporcionados en el pasado por las fuerzas de seguridad rusas.
A pesar del fuerte ataque no se registraron pérdidas materiales significativas, afirmó un oficial del ejército de Irak, y se ha establecido que los cohetes fueron lanzados desde el sector de Baiader, en el Oeste de la ciudad de Bagdad.
Otros ataques
Este es el segundo ataque que recibe la base militar en menos de un mes. El 16 de febrero, un atentado suicida en la entrada de la instalación mató a un contratista civil e hirió a un soldado estadounidense.
Esto obligó a la coalición internacional a responder con un ataque aéreo contra objetivos de milicias pro iraníes y, 15 días días después, los rebeldes responden con una agresión mayor.
El Papa Francisco y su visita a Bagdad
Inmediatamente después de la agresión sufrida en la Base Aérea Ain Al Assad, muchas personas pusieron en duda que el Papa Francisco fuese a realizar la histórica visita que tenía planificada para Irak y que lo llevaba a recorrer varias provincias de esta nación, desde el 5 hasta el 8 de marzo.
Irak es un país mayoritariamente musulmán por lo que nunca ha recibido la visita de un pontífice. Se estima que el número de católicos se reduce cada vez más en ese país debido a los abominables crímenes a los que son sometidos por el Estado Islámico.
Pese a la violencia y las advertencias de peligro, el Papa Francisco manifestó que bajo ningún concepto, cambiaría su viaje a Irak y que su intención era conocer a la gente que es martirizada constantemente por creer en el catolicismo.
Aunque el Papa no tenía como parte de su itinerario visitar la región donde se encuentra la base aérea, servicios de inteligencia creían que el Estado Islámico podría aprovechar la conmoción generada por el reciente ataque para distraer a las tropas norteamericanas y atentar, de alguna manera, contra la vida del sumo pontífice.
Por ello, el grupo que se encargó de la protección de Papa estaba conformado por efectivos militares de varias naciones, siendo predominante los estadounidenses.
Encuentro papal con líderes católicos
No puede pasarse por alto que a principios de marzo dos misiles fueron lanzados a la cercanía de la embajada de los Estados Unidos en Bagdad y, aunque no se registraron víctimas, si se generaron daños materiales en las instalaciones.
Es importante recordar que el Papa Francisco participó en un encuentro con líderes de la iglesia católica de Irak, muy cerca de este recinto.
Un hecho que llama poderosamente la atención es que, precisamente, se escogió realizar la reunión en ese sector, puesto que allí se encuentran ubicadas las defensas antiaéreas.
Sin embargo, durante el ataque sufrido a principios de mes estas defensas no se activaron, por lo que era posible que ocurriese lo mismo si llegasen a perpetrar algún atentado con misiles en contra del sumo pontífice.
Por su parte, el presidente Joe Biden, cuando asumió su cargo, expresó que no participaría en una guerra interminable en el Oriente Medio. Pero con todos los ataques perpetrados últimamente, se estima que el mandatario deberá replantear su declaración.