Los nuevos desarrollos urbanísticos que están construyéndose han aprendido de las últimas inclemencias del tiempo y de las opciones para proteger las fachadas.
Cada año, sólo en gastos de reforma de fachada, son muchas las comunidades que necesitan derramas. Por no hablar de las viviendas unifamiliares que necesitan protegerse de forma independiente.
En este sentido, hay una técnica que no es nueva pero que está volviendo a tener gran relevancia a la hora de planificar cómo prevenir la humedad, en época de lluvias, en las fachadas y la humedad que puede acabar filtrándose hacia el interior: los canalones.
Tal como explican instaladores de canalones en Madrid, su función no es otra que la de recoger el agua de lluvia que cae sobre techos y tejados y dirigirla, directamente, a los desagües pluviales, evitando no solo que se acumule en la parte superior de la construcción sino también en la base de la vivienda, algo que provoca también graves problemas en cimientos y humedades e incluso inundaciones en los sótanos y garajes.
“El agua es uno de los corrosivos que más afecta a la estructura de las viviendas. Instalar unos canalones, algo tan sencillo y clásico, ayuda a que paredes, cimientos y elementos estructurales se alejen del agua y se protejan” explican desde Alcarria Canalones.
Esta es una de las fórmulas más fáciles y efectivas de prevenir también las filtraciones hacia el interior de la vivienda que dañarían no solo la pintura, sino las estructuras internas de las paredes con el riesgo que conlleva y los revestimentos.
Al conseguir gracias a los canalones alejar el agua de las paredes, se garantiza mantener la integridad de los materiales y prolongar su vida útil y el desgaste de las lechadas de la fachada, donde puede acabar generándose moho y hongos que afectan no sólo a la salud sino también a la seguridad de la construcción.
“Con épocas como la de este otoño con humedad y lluvias seguidas es mucho más fácil, además, que las fachadas se queden con manchas antiestéticas de los cercos que puede llegar a dejar el agua. Para mantener una apariencia limpia y cuidada, soluciones de canalización hacia el desagüe puede ser clave” explican.
Además, es un ahorro a medio largo plazo ya que así las fachadas demandarán menos reformas y mantenimiento gracias a un elemento que, no es caro, no es antiestético porque hoy en día es fácil camuflarlo gracias al catálogo de colores en los que pueden montarse. También suma a la hora de la venta de la vivienda ya que es un activo que tiene un valor preventivo que permite garantizar el bienestar de la construcción y de las familias que vivan en el interior de esas viviendas.