Muchas páginas web corporativas fueron diseñadas cuando empezaba el boom de la red de redes allá por el año 2000, cuando marcas y empresas de forma tímida apostaron por abrir la ventana a un nuevo mundo que llegaba para quedarse y donde era imprescindible tener presencia como canal de comunicación.
Sin embargo, mucho ha cambiado desde ese primer momento el diseño y la utilidad de las mismas gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. Desde Iberian Press hemos ayudado a muchos de nuestros partners y clientes a mejorar la imagen que proyectan a través de su web, ofreciéndoles cinco pautas básicas para que su página corporativa sea mucho más atractiva y útil para llegar a sus clientes o usuarios.
A continuación, vamos a resumir en cinco puntos algunas de las necesidades más básicas.
Contenido del artículo:
Emplea de forma inteligente los colores
La importancia de los colores en el marketing ha sido motivo de estudio para muchos. De hecho, podrás encontrar numerosos libros que hablan de ellos y expertos que definen cómo debería ser tu base cromática atendiendo a lo que quieras proyectar. No vamos a entrar a fondo en esto porque merece un artículo aparte. Sin embargo, sí que vamos a dar una pincelada. Utiliza como base los colores corporativos para tu página, pero si estos son muy oscuros y dificultan la lectura, bájalos de tono hasta que llegue a ser legible. Los colores chillones no suelen contribuir a lograr un buen tiempo de permanencia en la página y otras métricas interesantes, sino todo lo contrario. Tenlo en cuenta a la hora de sentar las bases cromáticas de tu web y que sin duda afectará a las cifras y datos que recogerás con tu analítica.
Selecciona adecuadamente los textos que aparecerán
Otro gran problema con el que se encuentran las empresas y los departamentos de comunicación suelen ser los textos. No hace falta redactar grandes textos, con palabras rebuscadas y que no aportan nada a la experiencia de usuario. Textos directos, sencillos y que casi parezcan titulares son mucho más efectivos ya en los canales digitales las personas tenemos tendencia a escanear en lugar de leer. Ten claro lo que quieres comunicar, puedes ponerte si lo prefieres en manos de profesionales, y haz que tus mensajes sean directos. Es básico que tu público comprenda lo que quieres decir y con esa información su subconsciente pueda tomar una decisión con respecto a la imagen de tu empresa que conformará el posicionamiento de la marca en su mente.
Las imágenes deben acompañar el texto y hablar
Las imágenes y los elementos multimedia de calidad son imprescindibles en una web. Deben apoyar el texto y ser imágenes limpias y guardar estrecha relación con el resto de elementos que componen el contenido, es decir, que evoquen el mensaje que se quiere transmitir. Uno de los grandes problemas que nos hemos encontrado, más allá de la elección de la más adecuada, es la calidad de las mismas. Una imagen pixelada en una página corporativa es sinómino de “chapuza”. Y sí, esa es la imagen que ofrecerás a tu cliente o potencial cliente. ¿Parece obvio? Sólo navega por la red y te encontrarás muchas sorpresas.
Organización lógica de contenidos
Hasta ahora hemos hablado de cómo plantear la imagen general de la página, pero sin lugar a dudas, el orden y organización de contenidos es básica. Piensa qué es lo que necesita tu compañía comunicar, haz un listado de secciones y cíñete a ellas. Las secciones deben ser útiles. Piensa como consumidor y piensa cómo te gustaría encontrar la información distribuida. Debe ser un orden lógico y casi predictivo que facilite la navegación del usuario y la estructura mental lógica.
Facilidad de contacto
Finalmente, facilita al máximo el contacto con la compañía. Teléfonos, emails, perfiles en redes sociales, webchat y, si nos apuras en caso de sectores conservadores ofrecer un número de fax, son básicos y deben ser más que visibles y accesibles desde cualquier sección de la página web a través de un simple botón o enlace llamado «Contacto«, atención al cliente, etc.